Skyscanner no ofrece datos públicos, porque no es una compañía cotizada, así que el mercado deduce esta valoración de las diferentes rondas de financiación que han ido engrosando la empresa fundada en Edimburgo (Reino Unido) en 2003.
La empresa es uno de los líderes en la búsqueda y comparación de vuelos en Internet y desarrolla su negocio en un segmento de mercado que mueve transacciones por valor de 500.000 millones de dólares anuales. Los viajes en avión que se realizan cada año (más de 36 millones en 2015) han generado un negocio en el que Skyscanner se mueve como pez en el agua, pero en el que tiene fuertes competidores en empresas como Kayak, Qunar o Google.
Según un comunicado de la empresa, este dinero se usará para comprar a otras compañías que puedan complementar el negocio y la tecnología de Skyscanner. También lo usará para seguir expandiéndose por el mundo y dar un empuje a sus ingresos, cuyo crecimiento se ha ralentizado en los últimos ejercicios. Gareth Williams, uno de los tres fundadores, ha reconocido al diario Financial Times que esta inyección de fondos permitirá a los primeros inversores deshacerse de parte de sus participaciones en la compañía, aunque no salir de ella.
El dinero ha provenido de cinco empresas: Artemis, Baillie Gifford, Khazanah Nasional Berhad, Vitruvian Partners y Yahoo Japón. Habrá que ver si esta inversión y las siguientes operaciones de compra de otras empresas por parte de Skyscanner logran incrementar los 93 millones de libras (120,24 millones de euros) de beneficios que obtuvo en su último ejercicio fiscal.
Skyscanner es un intermediario entre el usuario y las aerolíneas. No cobra ninguna cantidad de dinero al usuario que busca en su web, pero sí que percibe una comisión de la aerolínea o agencia de viajes para la que ha facilitado que el viajero interesado encuentre ese vuelo.