En realidad, los desafíos del país asiático con el tráfico se pueden trasladar a otros vecinos, como China (1.379 millones de habitantes) o, sin ir tan lejos, a cualquier estado de la Europa occidental. La solución que estudian los políticos indios es usar vehículos privados como taxis con el objetivo de compartir viajes y reducir el número de coches en las calles, según explica Reuters.
El Gobierno indio ya está en conversaciones con empresas como Uber para valorar las posibilidades de poner en marcha este sistema. Otra cuestión es qué pensarán los taxistas oficiales, que pagan altas tasas por disponer de su licencia para poder operar dentro de la ley. El ejecutivo del primer ministro Narendra Modi realizará un estudio durante tres meses con el que pretende valorar las posibilidades regulatorias, la seguridad, impuestos y las implicaciones sobre la industria de los seguros que puede tener esta iniciativa.
Los fabricantes de automóviles también se verán afectados por la posible decisión. Y es curioso que el coche eléctrico (uno de cuyos principales fabricantes es la empresa india Tata Motors) no aparezca de forma explícita como parte de la solución al problema. Según Reuters, en India hay menos de 20 coches por cada 1.000 personas.
La decisión del gobierno indio supondría la legalización de facto de empresas como Uber y puede enfrentarse a protestas del sector del taxi, como las que se han producido en Indonesia o las que se vienen dando en la mayoría de países europeos y en los EEUU. Los profesionales del taxi ven peligrar el monopolio de su negocio, sobre todo frente a multinacionales que, como Uber, regalan teléfonos móviles a sus conductores o cobran tarifas más baratas que las reguladas para los taxistas, rompiendo el mercado.
En cualquier caso, el problema del tráfico en las ciudades es una cuestión que tendrán que abordar los diferentes países desarrollados o en vías de desarrollo en un futuro muy cercano. La polución, los efectos sobre el clima y la saturación que se produce en las ciudades, haciéndolas en muchos casos inhabitables, son las principales consecuencias del incremento del tráfico. El paso de la India deberían imitarlo otros países para dar una solución sólida a un problema cambiante.